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Dios sigue haciendo milagros



Para el mes de marzo del 2010 la vida de una joven madre, miembro de la Iglesia De Dios Pentecostal M.I. del pueblo de Lares, Puerto Rico enfrentó uno de esos momentos que para un cristiano pueden hacer de su vida una llena de dudas e incertidumbre. Para dicha fecha Denisse Rivera comenzó a confrontar un dolor de cabeza que duró durante tres días, cosa que para ella era normal ya que quien fue su doctor por 11 años le había informado que padecía de migraña. Esta vez no solo fueron tres días de dolor de cabeza si no que volvió en dos días y el dolor se tornaba más y más fuerte al pasar de los días. Luego de una semana con dolor decide ir al médico nuevamente e intentar más medicamentos, pero durante tres meses en la misma rutina nada mejoraba. El doctor decide referir a Denisse a un neurólogo el cual decide realizarle una orden para un CT-Scan y unas placas. Pese a esto el Dr. de cabecera decide sólo hacerle las placas diciéndole que si tuviera un tumor ya estaría muerta. Al realizarle la placa éste contempla que es un espasmo y le receta otros medicamentos los cuales con el tiempo no tuvieron efecto de mejora. Denisse cuenta:

“ya no podía caminar bien, me iba de lado, se me dormía un lado, no podía escribir, la vista se nublaba y varias cosas más y no podía dormir casi nada , lloraba porque lo que sentía era fuerte y mi nene tenia 4 años y él me decía; mamá voy a orar, papa Dios te va a sanar , su fe me activaba la mía”.

Al no ver buenos resultados Denisse hablando con su madre decide ir al hospital, el doctor le envía a hacerle el CT-Scan y en menos de media hora recibe la noticia de que tiene una masa en su cabeza y que no podría salir del hospital, en adición ya los neurólogos la esperaban en el hospital de Río Piedras, Puerto Rico donde la operarían.

En éste momento es en el que la fe de Denisse fue probada, imagínense enterarse que necesitas operarte de emergencia, es cuando toda persona debe acercarse más a Dios, pero las circunstancias pueden hacer difícil el confiar.

El cielo y la tierra se le hicieron uno, al llegar a el hospital donde la operarían entre lágrimas y desespero. Los neurólogos sólo tenían malas noticias al ver los resultados de el MRI que le realizaron, si no se operaba había riesgo de muerte y si se operaba tenía un porciento de quedar ciega, sorda, muda y hasta paralítica.

Denisse relata que lo único que le venía a la mente era su hijo, pero su fe le decía que Dios tenía algo reservado para ella, había un propósito celestial. A Denisse la mantuvieron bajo medicamentos hasta que algunos de los médicos que la iban a intervenir estuvieran disponibles de sus vacaciones.

Denisse relata: “en esos días comencé a hablar con Dios en aquella sala de neuro-intensivo, sola le decía a Dios, tu me hablaste desde niña que tenias planes conmigo y hoy me encuentro entre la vida y la muerte yo se que tu no has terminado conmigo, quiero ver tu propósito cumplirse en mi vida, quiero ver a mi nene crecer, Dios comenzó a tratar con mi corazón, le dije si tu estas conmigo muéstramelo , le dije quiero que venga alguien y ore por mi y me unja con aceite antes de ser operada y fueron, oraban por mi pero nadie con aceite hasta dos días antes o un día antes llego el abuelo de mi nene y oro por mi como se lo pedí a DIOS, esa noche le dije a Dios, yo se que estas conmigo en este proceso pero muéstrame que tu estas aquí conmigo solo quiero sentir esa paz que solo tu sabes dar y en la madrugada antes de mi operación desperté pensando que entraba un medico a mi cuarto pero mi corazón comenzó agitarse ,veo a alguien que se para a mi lado derecho y trato de mirar su rostro pero no podía, comencé a llorar, pasa frente a mi cama con una bata blanca brillante, quería ver su cara pero no podía y se paró a mi lado izquierdo, levantó su mano y la puso sobre mi cabeza donde tenia mi tumor por unos segundos y se fue, sentí una paz como nunca antes había sentido, mi Dios me visitó”.

Cuando llega el día de la operación el médico le declara que no lo mirara a Él porque Él solo era un instrumento en manos de Dios. Que hermoso cuando Dios tiene todo bajo control y cumple sus promesas.

La operación de Denisse duró varias horas pero al otro día estaba como si nada hubiese pasado. No hubo necesidad de transfusión, de entubar ni de nada parecido. Dios tomó absoluto control, y Denisse pudo experimentar que los milagros siguen siendo reales.

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