¿Dejar de retirarnos, ayunar, trabajar para su obra, para estar cerca de Dios?

El "cuarto dejar" nos habla de esos momentos que nos queremos "tomar vacaciones" de la obra de Dios.

Hay quien toma un "break" de hacer cosas para Dios o de practicar disciplinas espirituales que nos hacen crecer. Sin embargo, terminan alejados completamente de Dios, porque esa fue su voluntad, no la de Dios.

Las disciplinas espirituales y todo lo que hagamos para Dios y para nuestro beneficio espiritual de acercarnos a Él es importante. Además de la oración que la tratamos en nuestro escrito anterior de ¿Dejar de orar para estar cerca de Dios?, hay otras disciplinas que buscan hacer morir nuestro viejo hombre, nuestra tendencia carnal a buscar lo de este mundo. Algunas de ellas son el buscar tiempo íntimo para acercarnos a Dios, no solo como congregación si no también individualmente. Ese tiempo de desconectarnos de la vida cotidiana y separarlo para tener una cita con Dios es muy importante. Son momentos que separamos para leer la biblia, orar, cantar alabanzas, en fin, para tener comunión exclusivamente con nuestro creador. Esta es una disciplina que podemos acompañar con otra disciplina espiritual como la del ayuno. El cual no es solo dejar de comer por dejar de comer, como aquella dieta de nuevo años, si no, que es negarle al cuerpo una necesidad física porque quieres priorizar tiempo de calidad con el Espíritu Santo de Dios.

Estas y otras disciplinas espirituales nos purifican a través del tiempo que le dedicamos al diálogo con Dios, tanto hablarle por la oración como escucharle mientras leemos su poderosa palabra. Alejarnos de ellas nos alejan del mismo Dios. Por eso no podemos coger vacaciones o descanso de la relación con Dios como si fuera una carga en nuestras vidas. A veces confundimos el descansar de algunas posiciones dentro de la iglesia y abandonamos nuestra relación espiritual con Dios. Tendemos entonces a desconectarnos de tener un tu a tu con el Señor. No podemos dejar de servir ni de buscar.

Nunca el trabajar para Dios será algo en vano, por más mínimo que pienses que pueda ser.

Su palabra dice:

1 Corintios 15:58 Reina-Valera 1960 : Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Pablo, dirigiéndose a los corintios, les da una regla de oro a la hora de hablar del servicio. Primero nos llama a estar firmes y constantes, lo cual nos habla del cómo haremos las cosas para Dios. Para ser fieles a la obra de Dios no podemos ser cristianos que actúen como las olas del mar que vienen y van, si no que debemos ser constantes en todo lo que hacemos para Dios. Humanamente a veces nos encontramos dando 30, 60 o 90, pero con todo, no debemos de dejar de dar para Dios. No podemos vivir u

El "cuarto dejar" nos habla de esos momentos en que queremos "tomar vacaciones" de la obra de Dios.

Hay quienes toman un "break" de hacer cosas para Dios o de practicar disciplinas espirituales que nos hacen crecer. Sin embargo, terminan alejados completamente de Dios, porque esa fue su voluntad, no la de Dios.

Las disciplinas espirituales y todo lo que hagamos para Dios y para nuestro beneficio espiritual de acercarnos a Él son importantes. Además de la oración, que tratamos en nuestro escrito anterior de ¿Dejar de orar para estar cerca de Dios?, hay otras disciplinas que buscan hacer morir nuestro viejo hombre, nuestra tendencia carnal a buscar lo de este mundo. Algunas de ellas son buscar tiempo íntimo para acercarnos a Dios, no solo como congregación, sino también individualmente. Ese tiempo de desconectarnos de la vida cotidiana y separarlo para tener una cita con Dios es muy importante. Son momentos que separamos para leer la Biblia, orar, cantar alabanzas, en fin, para tener comunión exclusivamente con nuestro creador. Esta es una disciplina que podemos acompañar con otra disciplina espiritual como la del ayuno, el cual no es solo dejar de comer por dejar de comer, como aquella dieta de nuevo año, sino que es negarle al cuerpo una necesidad física porque quieres priorizar tiempo de calidad con el Espíritu Santo de Dios.

Estas y otras disciplinas espirituales nos purifican a través del tiempo que le dedicamos al diálogo con Dios, tanto hablarle por la oración como escucharle mientras leemos su poderosa palabra. Alejarnos de ellas nos aleja del mismo Dios. Por eso no podemos tomar vacaciones o descanso de la relación con Dios como si fuera una carga en nuestras vidas. A veces confundimos el descansar de algunas posiciones dentro de la iglesia y abandonamos nuestra relación espiritual con Dios. Tendemos entonces a desconectarnos de tener un tú a tú con el Señor. No podemos dejar de servir ni de buscar.

Nunca el trabajar para Dios será algo en vano, por más mínimo que pienses que pueda ser.

Su palabra dice:

1 Corintios 15:58 Reina-Valera 1960: Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Pablo, dirigiéndose a los corintios, les da una regla de oro a la hora de hablar del servicio. Primero nos llama a estar firmes y constantes, lo cual nos habla de cómo haremos las cosas para Dios. Para ser fieles a la obra de Dios no podemos ser cristianos que actúen como las olas del mar que vienen y van, sino que debemos ser constantes en todo lo que hacemos para Dios. Humanamente a veces nos encontramos dando 30, 60 o 90, pero con todo, no debemos dejar de dar para Dios. No podemos vivir una vida cristiana donde hoy seamos obedientes a Dios y mañana todo lo contrario. Nuestro trabajo en el Señor no debe estar limitado a cómo nos sentimos, sino que debe ser motivado por el amor a Dios y agradecimiento a Él.

Descansemos con claridad en la presencia de Dios, pero que nada nos haga apartarnos de Él al intentar alejarnos de las preocupaciones, incluso si son de carácter ministerial. Si tu decisión te lleva a estar lejos del plan de Dios para ti, detente y vuelve al lugar que te pertenece, porque no se puede estar lejos de Dios para estar cerca de Él.