He visto personas correr por la vida luchando solas contra la adversidad. Muchos mueren (espiritualmente hablando) en el intento, no por no luchar, si no por no levantarse en el momento que caen. ¿Será mucho pedir? que alguien entienda que no tiene que pelear solo. No hablo de familia, amigos o nada por el estilo, porque cada una de esas puede faltar. Hablo de que hay alguien que murió por ti, alguien que lo entregó todo por ti para que jamás volvieras a luchar solo. Si caes Él te levanta, si tropiezas Él te sostiene. Claro, me dirás que es difÃcil confiar en alguien que no ves o que no te habla, bueno... Dios se ha dejado ver a través de toda la historia y de la creación, y Dios siempre habla, pero a veces no estamos dispuestos a escuchar o preparados, o simplemente lo ignoramos.
Nadie tiene la autoridad para juzgarte, solo Dios. Pero cada acción tendrá una consecuencia, y muchas veces como seres humanos nos equivocaremos y fallaremos. Aunque no lo queramos aceptar esas equivocaciones nos dolerán, nos costarán y nos detendrán en nuestro camino, pero hay un secreto...LEVANTATÉ! Dios te ha extendido la mano a través del sacrificio de su hijo para que hoy en medio de la muerte, te puedas levantar, puedas dejar el pasado atrás y ser ahora nueva criatura.